¿Hay vida después del ictus?

Esta pregunta podría ser contestada por todo el mundo, porque ya sabemos que todo el mundo sabe de todo y todo el mundo opina. Pero lo más acertado sería que la contestaran aquellas personas que conviven con el ictus, directa o indirectamente.

Mi condición de terapeuta neurológica me lleva a ver a diario casos de personas con ictus, y mi condición de verlos en una consulta privada me lleva a tratar casos en muy diferentes fases de su evolución – desde pocas semanas a varios años – . Cuando ellos, o su situación, lo deciden, me buscan y empezamos la andadura juntos.

De modo, que me considero capaz de decir que, en lo que me afecta a mi diariamente, sí que veo mucha vida después del ictus, ya que me incluyo entre las personas que conviven con él indirectamente.

En muchas ocasiones recibo a las personas cuando ya han deambulado por la vida con su problema de salud durante un tiempo, ya se conocen y se han adaptado, ya les han cerrado muchas puertas. Ya se han escuchado demasiadas opiniones, porque «de esto» sabe todo el mundo…vamos, que muchos de ellos vienen, literalmente, a enseñarme cómo uno puede convivir tras un ictus. Eso, para mi, es un auténtico privilegio. Y me aprovecho de ello, aprendiéndolo.

Pero como creo que los más indicados para responder a «¿Hay vida después de un ictus?» son los que conviven con él de manera directa, he preguntado a algunos de ellos, a ver qué opinaban.

Valorémoslo.

Ángela 24 años (ictus posterior a intervención quirúrgica grave, octubre 2015)

Claro que hay vida , mi caso no es un caso normal porque yo he pasado de no hacer nada a hacer, por mi problema pulmonar. Pero mi experiencia es que si , es más, creo que aprovechas más la vida , te das cuenta de lo que has pasado y valoras más la vida, te pones nuevos objetivos como coger un vaso , caminar 3 km, saltar , atarte los cordones … te retas a ti misma y te motivas para seguir adelante.

Carmen 67 años (ictus en febrero 2010)

Si, hay muchas ganas de vivir de una forma más pausada por un cariño inmenso por las personas que importan. Y por lo demás, dejar que te resbalen muchas  cosas, y disfrutar de lo que tengo, que es mucho: mi familia.Es que doy gracias a la vida por permitir conocer a mis nietos y me quedan muchas ganas de vivir.

Ana Mª 44 años (ictus en abril 2016)

Claro que hay vida!! Ahora vivimos una segunda vida  a la que nos agarramos con más fuerza si cabe, adaptándonos a los cambios que hay en esta vida nueva, con pruebas que  día a día hay que superar. Yo, en mi caso, tengo que decir que soy afortunada, ya que mis secuelas son mucho menores de las que en un principio nos dijeron. Estoy aquí ,puedo caminar, hacer travesías por la montaña de 11,500 km, un reto que hace un año ni me hubiera planteado. Que nadie piense que esto es un milagro, eso no existe. Es el resultado de los 365 días del año, mi nuevo trabajo y la capacidad del ser humano en adaptarse. Si, tengo secuelas, no solo físicas, también cognitivas .En esta mi nueva profesión hay que trabajar a diario, no es fácil volver a recomponer las piezas de tu vida que en una noche se rompió por completo. Gracias a Víctor, Lucía y Aina por los que digo. Si hay vida después de un Ictus☀!! Y a ti Sonia, por tu energía y vitalidad, que contagias a todos los que estamos contigo !!

Mª Carmen 59 años  (noviembre 2014)

Tengo 59 años, me pasó con 55,  y yo digo que sí, hay vida después del ictus.

Sin duda hay un antes y un después. El antes es el pasado. Muy bonito, tú profesión, autosuficiencia  para hacer todo, moverte, ser libre, pero yo  me he dado cuenta. Después del susto y estar viva … sueño como todos en el futuro, pero me aferro al presente, al día a día con ilusión. Es como nacer de nuevo y volver a aprender…..hacer todo con ilusión  y energía.

Yo tengo proyectos , y la terapia es mi trabajo, ocupando 6 horas a la semana de terapias varias. Y ahora estoy mentalizándome para salir con mis amigas  los sábados por la noche, volver al mundo y  socializarme de nuevo, y me da igual si no  ando bien. Ya lo haré. Mis proyectos, viajar y poder ayudar a personas que pasen por esto, trasmitiéndoles que se puede ser feliz, el beso de tus hijos y nietos… La vida es bella, como la película.

Ricardo 38 años (noviembre 2013)

Puedo decir que a día de hoy mi vida es totalmente normal exceptuando una pequeña secuela en mi pierna izquierda la cuál no me impide seguir con mi día a día en mi carpintería, trabajando y haciendo ejercicio.

Como conclusión creo que el ictus es un obstáculo en la vida, no un freno. Creo que la gran capacidad de adaptación convive con nosotros cada día, y la usamos cuando la necesitamos, para continuar el camino.

Gracias a todos por colaborar.

 

 

 

 

 

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