La escápula también existe
Hay que hacer mucha campaña a favor de ese hueso plano que está «dejado caer» en vertical sobre el tórax, y que si no fuera por los músculos que se insertan sobre él (y de sus ligamentos), no se podría sostener.
Resulta que, encima, si no quitamos la ropa de nuestros pacientes, no podremos ver cómo se está comportando la escápula, pasando, por otra parte, más tiempo y dedicación en el húmero (hombro), que sí se ve desde cualquier plano, hasta con ropa…
Pues la escápula es la parte proximal del hombro. Sí. Y la cabeza del húmero es la parte distal del hombro. ¿Dónde quiero llegar?. A que si tanto nos importa el brazo, como tiene que ser, es nuestra obligación valorar también la glenoides. Su orientación y posicionamiento van a condicionar la orientación y posicionamiento de la cabeza humeral.
Esta introducción ha venido gracias a una consulta que Diego, un compañero con el que me comunico con frecuencia, me hizo hace unas semanas. Diego tiene una paciente con una hemiparesia de muy larga evolución, y quería mostrarme cómo estaba su escápula / brazo para poder compartir ambos experiencias, ideas y abordajes.
Me pareció muy
interesante hacer público este caso
y nuestras reflexiones acerca del mismo, y, tras darme el visto bueno por su parte y por la de su paciente, me dediqué a escribir.
Ahí va la foto con vista posterior.
En ella se aprecia una escápula izquierda algo más alada que la derecha, levemente más elevada y en un ligero campaneo interno.
Por otra parte, observando la cabeza humeral, se ve moderadamente más descendida que la derecha (pliegue axilar), al igual que un brazo que baja en rotación interna con flexión de codo.
El tronco en su globalidad puede verse simétrico y erguido.
No es una contradicción el hecho de que la escápula esté más elevada y el húmero se encuentre más descendido. Porque la escápula, con su cavidad glenoidea orientada hacia delante y abajo, hace que el húmero se tenga que colocar, igualmente, en la misma orientación.
¿Qué necesitaría esta escápula?
Cambiar su alineación, para influir con ello en el húmero, de modo que así todo el complejo de la cintura escapular estaría en ventaja para empezar a hacer un uso adecuado del brazo.
Por tanto, he de hacer principalmente dos cosas:
- Con mis manos indicarle a ambos huesos (escápula y húmero) dónde quiero que se sitúen (propiocepción).
- Encontrar una actividad relevante, donde la paciente active la musculatura que necesito para mantener esa posición en el tiempo (aprendizaje motor).
Así pues, para el primer punto, lo que me inspira es “decirle” a su escápula que vaya hacia
abajo y adentro (descenso y adducción), y a su hombro hacia arriba y fuera (flexión
y abducción con rotación externa)
Y para el segundo punto, necesitaría un buen trabajo de los músculos que van de la escápula al tórax (estabilizadores como romboides,
trapecio medio e inferior, serrato mayor), y, al mismo tiempo, un buen trabajo de los músculos que van de la escápula al húmero
(estabilizadores de la cabeza humeral como rotadores externos junto
con el deltoides).
Y, una vez conocido ésto, y sabiendo dónde
quiero llegar, sepamos que el camino en concreto, la actividad propuesta, la posición del paciente, el entorno, pueden adaptarse a las circunstancias de paciente y terapeuta, ya que lo importante en el Concepto Bobath es entender qué es lo que le pasa en este momento y en esta situación, entender el Sistema Nervioso Central, y, desde ese punto, empezar a crear situaciones de trabajo.
No hay un único modo de lograr algo.
Gracias Diego.