CUANDO EL QUE ENSEÑA APRENDE
Resulta realmente agradable y satisfactorio cuando sales de un curso que acabas de impartir con esta sensación.
El programa inicial se ve enriquecido por las cuestiones, opiniones, propuestas y comentarios que van saliendo al camino sobre la marcha, haciendo posible que todos los miembros del grupo aprendamos, y que el nivel del curso se eleve directamente para todos sin ningún esfuerzo.
Y eso no resulta fácil que suceda de un modo natural. Por que lo que está claro es que si lo provocas no sale.
Debo agradecer, pues, no sólo a los 16 participantes, sino también a la organización y al entorno de trabajo tan propicio, esta agradable sensación que se queda tras un trabajo bien acabado.