La naturaleza del Sistema Nervioso

Me encanta la jardinería. Es una de mis aficiones. Y últimamente tengo el enorme placer de empezar a aprender con las plantas de exterior, plantadas en la tierra directamente, en lugar de en macetas o jardineras. De modo que se me ha abierto una nueva puerta, apasionante y desconocida, que estoy deseando pasar, para ver lo que me ofrece.

Como docente que soy desde hace ya unos cuantos años, es inevitable que haga comparaciones (lo llevo implícito), especialmente entre los campos que me gustan y en los que me desenvuelvo cada día. Hablamos de comparar, claro, la «nueva» jardinería que acabo de descubrir, con el Sistema Nervioso, viejo amigo que no voy a descubrir nunca completamente…

Llevo escasos dos meses desde que empecé a plantar variedad de plantas y árboles (ornamentales, frutales, aromáticas…), los cuáles no dejo de observar cada día minuciosamente, porque me encanta ver la evolución paulatina que la naturaleza ofrece sin descanso, sin aviso, cuando toca. Y eso me maravilla.

Durante este tiempo me he sorprendido a mi misma «teniendo prisa» por ver resultados, por comerme ya la primera fresa, porque la enredadera empiece a engancharse donde yo quiero, porque salgan ya las flores que me han dicho que huelen tan bien…

Igualmente me he dado cuenta de que empiezo a preocuparme por la evolución que algunas de las plantas están llevando, porque deduzco, en mi ignorancia, que deberían llevarla de otro modo, que algo no está funcionando bien. He consultado con personas expertas (expertas de experiencia personal, de que llevan ya años con lo que yo empiezo),y, para mi sorpresa, me dicen que mis plantitas gozan de muy buena salud.

Así que, de momento, estoy haciendo un aprendizaje «exprés» gracias a la jardinería de exterior. Ya puedo decir que he aprendido algunas cosas:

  • Que no solo me encanta observar, sino que lo veo inmensamente necesario. ¿Observo y analizo minuciosamente a los pacientes con los que trabajo?
  • Que la naturaleza tiene su ritmo, sus plazos, sus ciclos, y yo no los voy a alterar por más que la observe o la quiera acelerar. Yo QUIERO ver resultados, pero la planta me dice ESPERA. ¿Escucho al Sistema Nervioso cuando me «dice» que espere?
  • Que me preocuparé cuando tenga la experiencia suficiente para saber que me tengo que preocupar, porque esa experiencia me llevará a tomar o no las medidas necesarias. Si soy novata en este campo, lo mejor que puedo hacer es acumular toda la información que pueda desde todas las vías posibles. ¿En qué me baso cuando me preocupo con la evolución que está llevando algún paciente?
  • Que ante la duda, no ante la preocupación (hay una diferencia importante), y mientras la experiencia no me avale, echaré mano de la experiencia de otros. Y aunque me avale la experiencia, también. ¿Pregunto, contrasto, comparto… en mi trabajo?

¡Qué maravilla! Naturaleza y Sistema Nervioso… ¿que no tendrán algo que ver?

¿Ramas o conexiones...?

 

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